En el año 330, el emperador romano
Constantino fundó una nueva ciudad, a la que llamó Constantinopla sobre una
antigua colonia griega llamada Bizancio. Los emperadores bizantinos
soñaban con que su Imperio llegara a tener todos los territorios que en su día
tuvo el Imperio Romano. Esto lo consiguió el emperador Justiniano el Grande en
el siglo VI (527-565) que recuperó algunos territorios que bordeaban el mar
Mediterráneo: Italia, norte de África y sudeste de la Península Ibérica.
La organización del imperio bizantino
• El poder absoluto (civil, militar y
religioso) estaba centrado en la figura del emperador, llamado BASILEUS.
• El territorio estaba
dividido en themas o provincias. Cada provincia tenía su gobernador, llamado
estratega, que actuaba a las órdenes del emperador.
• Tenía
un ejército poderoso.
• Esta
organización era posible gracias a las recaudaciones de impuestos que pagaban
las personas que se dedicaban a la agricultura, la artesanía, el comercio…
El Cisma de Oriente
En
el 1054 se produce la separación del cristianismo en dos bloques que luchaban
por la primacía en la Iglesia. Lo que en un principio fue una mutua excomunión
entre el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla, acabó separando a la
iglesia en dos líneas teológicas y doctrinales diferenciadas que ha llegado a la
actualidad.
La cultura
Una de las obras escritas más conocida es el Código de
Justiniano, que recoge todas las leyes del emperador Justiniano y está
considerada la obra jurídica más importante de la historia.
El arte
La
arquitectura bizantina se caracterizó por:
• El uso del arco de medio punto (de
forma semicircular).
• El uso de la planta de cruz griega
(con brazos de igual longitud) planta basilical (planta rectangular con una o
más naves).
• El empleo de la cúpula (cubierta de
forma semiesférica).
• El lujo en la decoración de los
interiores.
Las principales construcciones son palacios e iglesias. La
iglesia más importante es la de Santa Sofía (en Constantinopla) Los muros y las
cúpulas de las construcciones se recubrían con mosaicos.
El declive del Imperio
La
unidad mediterránea que consiguió Justiniano duró poco tiempo. Los lombardos
tomaron Italia, los visigodos la Península Ibérica. Durante el siglo VII y VIII
los musulmanes toman la costa africana, Siria y Palestina. En el siglo XI, los otomanos
invadieron una tras otra las ciudades del Imperio. La capital del Imperio,
Constantinopla, cayó en 1453 y el Imperio Bizantino desapareció
definitivamente.
Las iglesias de Constantinopla fueron convertidas en
mezquitas y la ciudad pasó a llamarse Estambul, la gran ciudad del Imperio
turco.
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